Hace ya muchos años, charlaba con una profesora de historia sobre el papel de los sindicatos y los movimientos marxistas de mediados del XIX. A la conclusión que llegamos fué que estos movimientos habían conseguido aburguesar al proletario, hacer que los obreros y sus hijos tuvieran unas condiciones de vida parecida a la de la burguesía.
El socialismo utópico del XIX se difuminó dentro del socialismo científico de Marx y Engels. Para estos, la realidad era una lucha constante entre clases sociales y ha sido la evolución de estas ideas lo que ha permitido la Europa social en la que nos ha tocado vivir.
Mi padre dice que el primer socialista fue Jesucristo, y tal vez no vaya desencaminado. Recordando el pasaje de la multiplicación de los panes y los peces se puede llegar a esa conclusión. Jesucristo produjo panes y peces y los repartió entre todos. Ese es el mejor ejemplo de socialismo, crear riqueza para luego repartirla.
Aunque con objetivos utópicos pero con los pies en el suelo, los sindicatos y partidos de izquierda que han gobernado en Europa han ido aburguesando al proletario, produciendo avances sociales conforme se creaba riqueza, permitiendo el crecimiento económico a través de la iniciativa privada y repartiendo la riqueza generada. Pero no solo han sido avances económicos sino también sociales, promoviendo legislaciones que daban derechos a los proletarios.
El caso de Andalucía, con más de treinta años de gobierno socialista es un ejemplo de esta evolución. Los que ya peinamos canas conocimos la Andalucía de la burguesía franquista, el periodo preautonómico y el periodo de autonomía, con los cambios sociales y económicos que se han producido.
Los hombres y mujeres socialistas que han hecho posible este cambio pueden sentirse orgullosos de su trabajo. Se podrán ganar o perder elecciones, pero el trabajo hecho siempre estará ahí.
Sin embargo tanto la derecha como la izquierda utópica, IU y otros grupos políticos y movimientos sociales, están empeñados en desacreditar lo conseguido.
De la derecha es lógico esperar los argumentos empleados, dedicándose más a criticar a las personas que a las ideas, o proclamando alternativas.
Sin embargo la Izquierda Utópica proclama ser MAS DE IZQUIERDAS. Para eso solo debe proponer cosas, con las que cualquiera estaría de acuerdo, pero inalcanzables actualmente. Empleo para todos o viviendas accesibles son ideales de todos, el problema es hacer políticas que en el corto plazo lo consigan.
Lo fácil es proponer, lo difícil crear riqueza para crear bienestar.
El socialismo científico lo viene haciendo, el utópico solo proponiendo.
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