Execrable señor Wert, tiene usted el dudoso honor de ser el
ministro peor valorado del gobierno a lo que usted, en su tic de tertuliano de
televisión, ha contestado que no le importa si cuando pasen los años la
educación en España no es la peor valorada.
Esto no hace más que añadir un punto más a su ya maltrecha
cuenta de popularidad, ya que no hay persona más odiosa que la ególatra,
pedante e irreflexivo. En mi opinión, se dan en usted las tres características.
Usted es político, por lo que se debe al pueblo del que
usted gestiona sus recursos. Le podrá traer al pairo lo que de usted opinen
otros tertulianos con igual o peor catadura que usted, pero no creo correcto
que ningunée al pueblo despreciando su opinión. Que usted tiene muy buena opinión
de usted mismo es evidente. Que España no la comparte también. Bájese del altar
al que se ha subido y adórese en la intimidad.
Tenemos la desgracia de que en este país vamos a reforma
educativa por gobierno y usted no iba a ser menos. Pero usted esta añadiendo un
poco más de insensatez, no ha esperado a calentar el sillón, no ha hablado con
nadie, y con la misma rapidez con la que se preparaba un programa de televisión
introduce cambios que afectan a algo tan importante como el futuro de este
país, la educación. Su egolatría le hace creerse el ser más preparado para
acometer estos cambios. Cree que sus ideas, defendidas con la misma pasión y
argumentos que cuando lo hace en la barra de un bar, son inmejorables. El resto
de los mortales tienen poco que aportarle a un ser tan excelente como usted.
Mire a su alrededor, verá como son muchos los que le superan
a usted, escúchelos más y escúchese menos.
Ni usted es Dios ni sabe tanto.
Aparte de los líos innecesarios que ha formado con la
asignatura de Educación para la Ciudadanía y los temarios de las oposiciones
ahora nos sale con el cambio del sistema de becas.
Tendremos los españoles que asumir sus decisiones a pesar
del nivel argumental de las mismas.
Escucho hoy que va a cambiar el sistema de becas, premiando
las notas y sin tener en cuenta los recursos económicos del estudiante. Mente
privilegiada la suya, espero que la única, en la que quepa semejante estupidez.
Estupidez incrementada cuando argumenta que es una cuestión de justicia social.
¿No se ha parado a pensar que con la beca se da DINERO para
sufragar los gastos del estudiante?
¿No se ha parado a pensar que con las becas se AYUDA ECONOMICAMENTE
a las familias para que puedan estudiar sus hijos?
¿Se ha parado a pensar para que sirve una beca a una familia
que PUEDE PAGAR los estudios de sus hijos?
Tal vez sea mucho pensar.
Ya lo dije, ególatra, pedante e irreflexivo.
Por cierto, prefiero un médico mediocre que se pagó la
carrera con becas que uno imbécil que tenía dinero para pagarse una carrera de
cinco años en 10.
No hay comentarios:
Publicar un comentario