domingo, 12 de febrero de 2012

Trabajo o disturbios

Trabajo o disturbios, una cosa u otra
Hay una ley física que dice que a toda acción le corresponde una reacción, una regla que es aplicable a todos los aspecto de la vida humana, a nuestras relaciones personales y colectivas.
El conservadurismo, asociado a la edad le corresponde el afán de cambio de los jóvenes. El equilibrio entre los dos es lo que ha hecho avanzar al mundo sin estrellarse.
La sociedad campesina de mediados del siglo XVIII y principios del XIX asistió al cambio que supuso la revolución industrial. Del trabajo artesano y agrícola al industrial se pasó con una reglas de relación casi medievales, no adaptadas a los cambios que produjo la nueva sociedad burguesa. Las relaciones trabajador-empleador se basaban en la superioridad absoluta del segundo sobre el primero.
La deplorable situación social, económica y laboral de la nueva clase social, el proletario, es la causa de que comiencen a surgir los movimientos proletarios, el sindicalismo con las Trade Unions y la idea comunista y anarquista con Marx y Bakunin.
Fue en Rusia donde se instaura el primer estado comunista, el antagonista del capitalismo.
Los ideales obreros se hacían realidad en un estado.Sin embargo la realidad fue otra, una ideología que debía ponerse al servicio de las personas se torna en lo contrario. El sistema comunista acaba poniendo a las personas al servicio de la ideología creando un sistema que oprime al obrero en la misma o mayor medida que lo hacía el capitalismo salvaje. Solo era cuestión de tiempo su caída.
Es gracias a la labor de los sindicatos, amparados por la clase obrera y los movimientos políticos de corte más moderado lo que hace aparecer en Europa lo que podríamos llamar la tercera vía, la socialdemocracia. El punto intermedio, el equilibrio entre los dos sistemas.
La caída del comunismo a finales del siglo XX está produciendo un cambio en los mensajes interesados del capitalismo salvaje, Se afirma que el modelo capitalista es la única opción en vista del fracaso del comunismo. Las ideas de  Adam Smith de que la mejor forma de emplear el capital para crear riqueza es aquella en la cual la intervención de los gobiernos es lo más reducida posible se vuelve a imponer. La mano invisible del mercado esta imponiendo entre los gobiernos serviles europeos las doctrinas de Smith. Lo peor es que viene disfrazada de cordero cuando es más bien un enorme cerdo insaciable. Con un hambre que devora todo, poco a poco, pero devorando todo lo que encuentra a su paso. Al más débil primero. El mejor ejemplo está siendo Grecia. Un puñado de cerdos, FMI, BCE, CE abanderados por los serviles presidentes de Francia y Alemania y con los coros de los aborregados ministros y presidentes como los españoles.
El nuevo sistema, ya sin oposición, copia del sistema comunista la idea de poner a las personas al servicio de la ideología. El sufrimiento de un pueblo, de todo un país, no importa, lo importante es el sistema financiero, lo importante es la ideología capitalista.
Un retroceso que comienza hoy y que pretende llevarnos a doscientos años atrás.
No hay crisis económica, hay cambio de sistema. Los cerdos deben saciarse con la carne de los débiles.

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