El día de las elecciones europeas, una persona me decía que no se vota lo mismo en las elecciones locales que en las demás. "A fin de cuentas, el arreglo de una calle no tiene ideología."
Con esa simpleza de argumento me quería dar a entender que un alcalde de derecha no es de derechas y que gobernará y tomará las mismas decisiones que uno de izquierdas. Que siguiendo esa lógica lo mismo da un bar que otro, a fin de cuentas, una cerveza te la sirven igual en cualquier bar. Sin embargo en esto no estaría de acuerdo alegando que el servicio que da un bar no es lo mismo que el de otro.
Pues lo mismo pasa con los alcaldes. Dependiendo del signo político, te darán un servicio u otro.
Un alcalde de derechas tiene una ideología que mantiene que el peso de lo público debe ser el estrictamente necesario. O sea, fuerzas de seguridad. El resto de los servicios que compitan con lo privado pero, en inferioridad de condiciones. Así se recorta o no se invierte en educación pública mientras se aumentan las partidas a la concertada. Se disminuye la plantilla de personal de servicios y se contrata a empresas para realizarlos. No se aumenta la plantilla del personal sanitario para que el servicio sea más deficiente y nos vayamos al privado.
Cada cual en su ámbito de actuación. El alcalde en el local.
Lucena, como toda Andalucía, necesita mejorar el sistema sanitario y a Lucena vino la delegada de sanidad a decir aquello que colgaba en los bares de "hoy no se fía, mañana". Y a esto el alcalde a su lado impertérrito. Solo cuando le han meneado el sillón ha empezado, con la boca chica, a decir que él peleará por las mejoras. Me recuerda a las urgencias del hospital Costa del Sol, donde estábamos esperando hasta cinco horas a ser atendidos por los médicos, escasos, mientras en los paneles informativos aparecía un mensaje que decía que "estamos modificando el sistema de llamadas para mejorar los tiempos de atención". A mi me da igual que me llamen a voces o con un mensaje en una pantalla. Yo lo quiero es un médico que me atienda.
Ahora en Lucena vamos a cambiar las urgencias de aquí a allá, pero de personal sanitario no hablamos. "Estamos mejorando las escaleras para que pueda ser atendido más rápidamente" Este puede ser el cartel que cuelguen en el centro de salud para que los ciudadanos nos reconfortemos con las mejoras, insustanciales, que se harán en sanidad.
Pero es que "a la fuerza ahorcan". El día de la manifestación allí estaban todos, los que si, los que tal vez y los que no. Pero nadie quería no aparecer en la foto. Queda mal.
El alcalde, si tanto apoya la reivindicación de su pueblo, podría haber hecho más. Estar en primer línea y no en segunda o tercera. Haber fomentado desde el ayuntamiento la participación de los vecinos, y fundamental, haber colaborado con la organización.
Tuvieron que ser los voluntarios de la asociación los que, pidiéndolo como un favor, solicitaran a las personas sentadas en las terrazas de los bares que se levantaran y movieran sillas y mesas. Ni un municipal para echar un mano.
Los participantes de la tercera o cuarta línea no escucharon nada por los problemas de una megafonía insuficiente. El ayuntamiento para esto se ve que no tenia recursos para apoyar.
El domingo jugó la selección de futbol de España la final de la copa de Europa. Los vecinos estábamos todos invitados a verla en una pantalla gigante y con animación que costeó el ayuntamiento. No sea que los de las filas de atrás no vean bien.
Y eso que los alcaldes no tienen ideología
Ya lo inventaron los romanos, pan y circo. Aquí ni pan
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