Espíritu democrático

La intolerancia es en sí misma una forma de violencia y un obstáculo para el crecimiento de un verdadero espíritu democrático.

Mahatma Gandhi

Muy a pesar de los dirigentes de la derecha y ultraderecha hoy vuelve, de momento, a triunfar la democracia española. Porque todo este ruido y pataletas de los dirigentes derechistas no es más que una clara demostración del déficit democrático de su pensamiento.

Hoy Feijoó no es presidente del gobierno porque su partido se empeñó en que el jefe del estado ya lo había nombrado el franquismo y por lo tanto no lo harían en un futuro los españoles. Si, sacó mas diputados y votos que nadie en las últimas elecciones, y en un régimen presidencialista sería jefe de estado, pero en un régimen parlamentario es quien mas apoyos tenga en el congreso. Seguir con el mantra de yo he ganado las elecciones y me debéis el poder no es más que la pataleta de quien no acepta ni el sistema constitucional actual ni el resultado de las elecciones. Tampoco lo veremos proponer un sistema presidencialista. Si la constitución no me conviene, hágase mi voluntad, sería el resumen de sus ideas. Ejemplos hay.

Cuando el movimiento 15M tomó las calles y cercó el congreso, se les llamó antisistema. Se defendió, de forma vehemente, que la verdadera representación de los españoles estaba en las cortes, manifestación de la soberanía popular a través de las elecciones. El grito, a mi parecer desafortunado, de no nos representan era y es un grito de tinte dictatorial, semejante a aquel de Fraga durante la dictadura fascista de "la calle es mía". Hoy los gritos, los mismos, vuelven de mano de la derecha. Costumbre muy arraigada de pensar y hablar en nombre de quien no le ha cedido su palabra. El soniquete de "la mayoría del pueblo" no es más que la petulancia de quien se cree poseedor de la verdad más absoluta. El pueblo, hasta hoy, expresa su voluntad en las urnas. Las manifestaciones, por muy multitudinarias y legítimas que sean solo representan a los que las convocan y las secundan. Son una expresión legítima del pueblo, pero no son la voluntad del pueblo. 

Hasta hace unos días, los  dirigentes y muchos voceros mediáticos  se proclamaban como portavoces de los militantes socialistas. Y los militantes socialistas le quitaron la voz con unas votaciones. Se invistieron como portavoces de los votantes socialistas descontentos por las leyes socialistas y los resultados se vieron en las pasadas elecciones. Hoy siguen haciéndose pasar por portavoces del votante progresista. Solo habrá que esperar. Todo, para crear una imagen de debacle  que beneficie el enrarecimiento del ambiente político. Rio revuelto en el que pescan los partidos de derecha. Hay gente sensata en todas partes, y muchos que no lo son. Son esos los peces de los que se nutren.

En la lineal estratégica que se han marcado para alcanzar el poder no entra la confrontación ideológica. Confrontar el modelo de país, las diferencias en políticas educativas, sanitarias, territoriales...Eso no. Apelan a las vísceras con vaguedades y sentimientos  que nada tienen que ver con el día a día. La degradación personal y continuada del contrario político con mentiras e insultos de traidor no tienen más objeto que hacerlo más atacable, más insultable, menos persona. 

En este país, sin tener que retroceder a mediados del pasado siglo en Alemania, ya conocimos las dianas pintadas en las paredes del país vasco, los ataques a sedes y partidos y, lamentablemente, a personas. Las sedes del PSOE ya son atacadas, a los diputados los agreden, de momento, con huevos y, para acabar de rematar, al igual que los nazis señalaron con las estrellas amarillas a los judíos, hoy se señala a los diputados socialistas, con nombre y apellidos en las redes sociales del grupo Popular.

Algunos parecen querer volver al primer tercio del siglo pasado.

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Donde dije digo...

No salgo de mi asombro de la capacidad que tienen algunos para tragarse sus propios argumentos y decir hoy aquello de donde dije digo digo Diego, sin que se les mueva un musculo de la cara ni se les tiña, aunque sea un poquito, de rojo.

El partido maldito para la derecha, el del gobierno socialcomunista, el filo etarra que beneficiaba más a los verdugos que a las victimas, al que solo debía votar  txapote, al que había que derogar porque había llevado a España a la ruina, el partido que traicionaba a España, ahora resulta ser un partido, en cuestión de cuarenta y ocho horas, de estado.

Uno podría pensar que tras un corto periodo de reflexión se han dado cuenta de que no eran ciertas todas esas afirmaciones. Si así lo creyera, doy permiso para se me tilde de iluso y pánfilo.

A la fuerza ahorcan. Y  el PP, solo en el hemiciclo como nunca nadie lo estuvo, hace de tripas corazón y acaba alabando al hasta hoy enemigo de España.

Pero no dan puntada sin hilo. Ya están en las tertulias televisivas los tertulianos afines lanzando el mensaje de que el partido socialista debe permitir que gobierne la lista más votada. Que les recuerden lo que ha pasado en ayuntamientos y comunidades autónomas no les mueve un ápice en sus argumentos y repiten como un mantra, "el más votado".

Que el más votado pida apoyo para gobernar al que querían derogar no deja de ser, como mínimo, patético.

Se repite hoy la misma situación que en 2016 cuando Rajoy declino "de momento" someterse a la investidura porque no tenia "de momento" los apoyos necesarios. Y aquello de lo de momento solo tenia la intención de lanzar contra el partido socialista toda la artillería mediática para forzarlo a que se abstuviera. Era derecho natural que el PP, aunque no tuviera con quien pactar, debía gobernar, y era obligación por patriotismo, que el PSOE cediera. Maquiavélicamente pensado para que le pasara al socialismo español lo mismo que  al socialismo griego, italiano o francés por hacer eso mismo. Desaparecer.

Hoy Feijóo repite estrategia y sus socio de ultraderecha ya le han recordado que una vez "convencieron" a dos traidores para cambiar el sentido de las urnas en Madrid, ¿porqué no repetirlo? Y la señora Cuca, con media sonrisa no desmiente.

Querido Pedro, aunque las circunstancias no son las mismas, ellos si. Así que gasta cuidado.

Lobos disfrazados de corderos

Hay un refrán que dice "hechos son amores y no buenas intenciones".

A la derecha actual, radicalizada por su afán de quererse comer a la extrema derecha, se la nota incomoda y reacia a decir lo que realmente piensa y a desmentir o negar aquello que sus nuevos socios le imponen.

Cuando sus socios dicen que "la violencia machista no existe" salen corriendo a decir que si existe y que la van a combatir con todas sus fuerzas. Intenciones que les desmiente el hecho de haber firmado un pacto en el que estas políticas las llevará el partido que no cree en ellas. Partido que además forzará en los presupuestos los recortes necesarios para implantar su ideología.

Pero esa incomodidad a la que hacia referencia lo es solo a decir la verdad. Un partido cuyo referente ideológico es una indigente moral no se siente incomodo con ese tipo de políticas. Decir la verdad les quitaría esa pátina de moderados que quieren aparentar y por lo tanto, perder ese voto mas centrado que podría escandalizarse si supiera que volverían a dejar morir ancianos en residencias en caso de pandemia, volver a dejar a cero las partidas presupuestarias destinadas a dar cristiana sepultura a los miles de españoles enterrados en fosas comunes, a volver a los presupuesto en que se quitaban servicios para poder pagar a los bancos sus errores. En definitiva, a volver a la España del dinero antes que las personas porque para ellos, España es el terreno marcado entre las fronteras, uno grande y libre e insacrificable. Las personas si.

Nadie más que pudiera protestar

Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar. O más claramente expresado en el poema de Martin Niemöller 

Cuando encarcelaron a los socialdemócratas

guarde silencio

porque yo no era socialdemócrata.

Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas

no protesté

porque yo no era sindicalista.

Cuando vinieron a llevarse a los judíos

no protesté

porque yo no era judío.

Cuando vinieron a buscarme

no había nadie más que pudiera protestar.

En unos día votamos quien nos gobierna en los próximos años y hay un riego grave de que la ultraderecha, de la mano de la derecha, entre en el gobierno como ya lo está haciendo en ayuntamiento y comunidades. Están ocupando consejerías que si bien pueden tener poco contenido económico si tienen mucho ideológico. La  negación de la ciencia, de la violencia machista, de los derechos de las mujeres y los colectivos LGTBI...

A pesar de los mensajes de alarma que se están dando, la derecha minimiza el problema, blanquea el discurso de la ultraderecha fundamentalmente porque comulgan total o parcialmente con esos postulados. Se rasgan las vestiduras cuando se les dice que comulgan en estos temas con la extrema derecha pero votan en contra de cualquier avance en derechos e incluso lo llevan al constitucional. "Obras son amores y no buenas intenciones". 

Pero lo que más me preocupa no es el tinte filo fascista de la derecha sino la despreocupación de sus votantes por los riesgos que estas actitudes pueden traer en el futuro. Amen de las política ultra liberales que solo han traído penurias para los más débiles y prosperidad para los más ricos, están las políticas ideológicas de corte dictatorial que propone la ultraderecha y a la que deberá de plegarse la derecha.

En sus mentes, las personas que no se adaptan a su canon sexual, religioso, cultural, lingüístico, ideológico en definitiva, no somos buenos españoles y por lo tanto somos sus enemigos. Eso nos convierte en perseguibles.

No les oiremos decir que nos encerraran en campos de concentración, ni que nos llevaran a cámaras de gas que es más barato que gastar 26 millones de balas. Hitler tampoco lo dijo cuando llego a la cancillería alemana en las elecciones del año 1934. Es más, se presento como nacionalsocialista.

Empezarán con la violencia machista, continuaran con los homosexuales, luego inmigrantes, vascos y catalanes... No soy mujer, ni homosexual, nací en España y no soy ni vaco ni catalán. ¿Tengo que no preocuparme?  

Espero que no llegue el día que no quede nadie que pueda protestar