martes, 4 de julio de 2023

Nadie más que pudiera protestar


Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar. O más claramente expresado en el poema de Martin Niemöller 

Cuando encarcelaron a los socialdemócratas
guarde silencio
porque yo no era socialdemócrata.

Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas
no protesté
porque yo no era sindicalista.

Cuando vinieron a llevarse a los judíos
no protesté
porque yo no era judío.

Cuando vinieron a buscarme
no había nadie más que pudiera protestar.

En unos día votamos quien nos gobierna en los próximos años y hay un riego grave de que la ultraderecha, de la mano de la derecha, entre en el gobierno como ya lo está haciendo en ayuntamiento y comunidades. Están ocupando consejerías que si bien pueden tener poco contenido económico si tienen mucho ideológico. La  negación de la ciencia, de la violencia machista, de los derechos de las mujeres y los colectivos LGTBI...

A pesar de los mensajes de alarma que se están dando, la derecha minimiza el problema, blanquea el discurso de la ultraderecha fundamentalmente porque comulgan total o parcialmente con esos postulados. Se rasgan las vestiduras cuando se les dice que comulgan en estos temas con la extrema derecha pero votan en contra de cualquier avance en derechos e incluso lo llevan al constitucional. "Obras son amores y no buenas intenciones". 

Pero lo que más me preocupa no es el tinte filo fascista de la derecha sino la despreocupación de sus votantes por los riesgos que estas actitudes pueden traer en el futuro. Amen de las política ultra liberales que solo han traído penurias para los más débiles y prosperidad para los más ricos, están las políticas ideológicas de corte dictatorial que propone la ultraderecha y a la que deberá de plegarse la derecha.

En sus mentes, las personas que no se adaptan a su canon sexual, religioso, cultural, lingüístico, ideológico en definitiva, no somos buenos españoles y por lo tanto somos sus enemigos. Eso nos convierte en perseguibles.

No les oiremos decir que nos encerraran en campos de concentración, ni que nos llevaran a cámaras de gas que es más barato que gastar 26 millones de balas. Hitler tampoco lo dijo cuando llego a la cancillería alemana en las elecciones del año 1934. Es más, se presento como nacionalsocialista.

Empezarán con la violencia machista, continuaran con los homosexuales, luego inmigrantes, vascos y catalanes... No soy mujer, ni homosexual, nací en España y no soy ni vaco ni catalán. ¿Tengo que no preocuparme?  

Espero que no llegue el día que no quede nadie que pueda protestar


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